jueves, 20 de diciembre de 2012

De retales en Juana de Aizpuru

Juana de Aizpuru, arte contemporáneo, contemporáneo, proyecto



Martes, a las 20h, una invitación a la inauguración de una expo en la Galería Juana de Aizpuru.
Copón bendito, vamos!
Par quien no lo sepa, esta galería lleva el nombre de su fundadora, Juana, moza octogenaria y referencia en el mundo del arte nacional por ser, entre otras cosas, responsable  (con premeditación y alevosía) de la creación de la feria  ARCO.

 “¡Hola”, saludamos amablemente a una muchacha que se esconde tras una pantalla de ordenador junto a la recepción de la Galería. Ni una mirada. Ni un gesto. Seguramente que su amable silencio por respuesta se debió a que se trataba de una persona con “capacidades diferentes” contratada por la galería con fines sociales.

“Um…vamos dentro…” le indico a mi acompañante, pensando en no molestar a la chica de la ONCE, mientras agarro un folleto sobre la exposición.
Leo :”Proyecto para una Colección de Arte Contemporáneo”. Vaya, joder, no se han currado mucho el título. Suena a rollo “bolso de la señorita Pepis”, a lo Juan Palomo.
Entro. Primera sala. Veo . Coño.  Veo. Joder. Veo. Um. Veo. Vaya. Efectivamente en un “bolso de la señorita Pepis-Juan-Palomiano”.  Es lo que tiene montar algo sin un hilo conductor, una mezcla heterogénea que bien podríamos haber denominado  “Proyecto de Churras con Merinas” ó “picoteo antes de Navidad”. Pero no suena igual, claro.

El resultado es una exposición floja, insulsa, en términos generales, con la impresión de estar ante un batiburrillo  de retales o  piezas de saldo que la galería escondía en su contemporáneo sótano.
A destacar, Cindy Sherman,  Cristina García, Yasumasa Morimura, WolfgangTillmans (impresionante, eso sí) y un video de Cristina Lucas.

Por otro lado me sorprende el pulcro detallismo de la galería. Han colocado una escultura de Miroslaw Balka, con una  capa ingente de polvo en la parte superior (¿recreación de ambiente navideño?) y se pueden observar  ciertos  “zarpazos”  de un realismo estremecedor,  en forma de huellas de “dedacos” sobre una de las fotografías de gran formato de la sala ¡toma sensibilidad contemporánea!

Intentando twittear la localización y nos damos cuenta que tampoco hay conexión y la dirección de su facebook no aparece en su web. Noooo!
Eso puede explicar, entre otras cosas la limitada afluencia de público al evento. Un público, aunque escaso es POP…si, POP, de los años 60…de media de edad.
Una galería/sala/museo/institución/whatever que se precie de estar orientada al arte contemporáneo DEBE estar orientada/enfocada/dirigida/realizada para un público contemporáneo. Si no sabes comunicar, no existes. Otra gran cagada.

La impresión general que sacamos tras visitar la exposición es una mezcla de sentimientos encontrados: tristeza, decadencia, pena…
Señores y señoras galeristas,  hilen muy fino y no se me duerman en los laureles. Actualícense, no se enamoren de su gloria pasada, de su nombre, pues corren el riesgo de, intentando parecerse a una Marujita Díaz,  acabar siendo una Carmen de Mairena.

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